Desde una edad muy temprana demostré un gran interés por los deportes, arraigado al acondicionamiento físico y especialmente sobre cómo mantener un cuerpo saludable, una necesidad que fue ampliándose a medida que hacía yoga en retiros espirituales. Progresivamente me di cuenta que necesitaba buscar una disciplina que dispusiera de una temperatura del movimiento en el espacio, razón por la cual comencé a practicar danza contemporánea y danza moderna. Durante este periodo encontré a grandes referentes tales como Rudolf Laban, Pina Bausch, Sylvie Gulliem, el Circo del Sol y Carlos Saura, estos últimos dos siendo de gran importancia ya que impulsaron una creciente necesidad de dirigir mi viaje de la danza hacia algo más teatral. Durante ese periodo, era una persona que carecía de autodisciplina. Me faltaba estructura para profundizar en mi trabajo. Tenía un vasto desborde de energía que carecía de exactitud y mesura por ende me daba cuenta que necesitaba canalizar mi movimiento y pensamientos. Fue por ello que decidí ingresar en la Escuela Internacional del Gesto y la Imagen La Mancha. Ese espacio formativo ofrecía una pedagogía integral donde se encontraba como eje el error, la diversidad, la curiosidad y la creatividad. No era una educación estandarizada y mecánica, si no que personalizada y orgánica. Atesoraba un concepto del cuerpo humano entendido como una máquina inteligente capaz de tener conciencia de sí y, por ende, de su universalidad. Fue ahí donde entendí en la práctica la necesidad de un cuerpo fuerte, articulado y disponible; un instrumento capaz de comunicar ideas, emociones y apetitos, un modelo inteligente de organización. Posteriormente al egresar de la Escuela, su Director Rodrigo Malbrán y la profesora de Movimiento Ellie Nixon señalan que tengo una gran capacidad corporal y coreográfica, razón por la cual me proponen cursar el diplomado en pedagogía teatral el cual tiene una duración de dos años. Paralelamente a esto, y además de continuar profundizando en Yoga y Pilates, comienzo a estudiar como personal trainer con el fin de instruirme sobre la base de la anatomía, la biomecánica y la comprensión médica del cuerpo. Al finalizar el posgrado en pedagogía teatral, comienzo a trabajar como profesora de Movimiento, Análisis del Movimiento, Estilo e Improvisación en La Mancha. Fue gracias a este proceso centrado en el estudio y enseñanza del movimiento que profundizo en el contenido del movimiento, el espacio y sus densidades, colores, luz, texturas y ritmo. El 2013 la Universidad del Norte (HINT) en Noruega me invita junto al Rodrigo Malbrán a trabajar en su departamento de teatro donde reestructuramos su línea pedagógica con una nueva malla curricular. A medida que fui profundizando en esta nueva cultura que contaba con una psicología y gestualidad distinta a la de mis alumnos latinoamericanos, fui en busca de otras disciplinas que potenciaran una malla curricular de carácter más universal. Fue por ello que profundicé en mis conocimientos previos del yoga e incorporé Aeoroyoga, Anusara Yoga y Garuda. Al volver a Chile y al reabrir la escuela La Mancha junto con su director Rodrigo Malbran, me doy cuenta que necesitábamos implementar en el departamento de movimiento una disciplina que pudiese enmarcar todas las distintas aristas del movimiento, utilizando Garuda como su eje, puesto que reúne los principios del Pilates, la respiración y asanas del Yoga y la fluidez de la danza. El método de Garuda le ha entregado a nuestrxs alumnxs un entrenamiento completo que pone énfasis en las ondulaciones, torsiones y espirales, fomentando una mayor flexibilidad en la columna vertebral, permitiendo descubrir el deseo natural de moverse. |